Ya seas comercial, dependiente/a, funcionario/a, camarero/a e incluso técnico/a de prevención, seguramente más de una vez te habrá tocado lidiar con algún cliente difícil y hasta cabreado. Tal vez esté descontento por una mala atención, por un mal servicio, por tener un mal día o por que ha habido un mal entendido. A veces todo se reduce a escuchar lo que la otra persona necesita, que a veces ni ella misma lo sabe, y otras veces solo es necesario que lo que tu trasmites lo entienda la otra persona, es decir, NO ES LO QUE YO DIGA ES LO QUE EL OTRO ENTIENDA (o crea entender). Cuando no se ha escuchado la verdadera necesidad del cliente, cuando este se confunde, cuando nos usa de válvula de escape de sus problemas o si nosotros cumplimos por cumplir con nuestro trabajo, es cuando se pueden producir agresiones y faltas de respeto que se pueden entender como un riesgo laboral:
* Insultar.
* Escupir.
* Empujar.
* Amenazar.
* Tirar objetos.
* Difamar y faltar al respeto. Seguir leyendo