Somos ingeniosos por naturaleza, sobre todo para hacer las cosas mal, si invirtiéramos esa creatividad en hacer lo correcto otro gallo cantaría: se acabarían las chapuzas, se acabarían los fraudes, la contabilidad “creativa” y todas esas cosas que por desgracia se han convertido en la normalidad.
Pues en la siguiente foto vais a ver el resultado de algún imaginativo iluminado, que ha dado con la receta para hacer trabajos en altura con total rapidez y por supuesto con total (in)seguridad. ¿Que es lo que vais a necesitar?, pues unos ingredientes sencillos y a mano de cualquier pequeña o mediana empresa del metal: Sigue leyendo